
Estamos en el barrio Rincón del Este, a pocos metros del arco identificatorio del barrio, subiendo y a mano izquierda sale una calle de tierra (Urquiza) que nos lleva hasta la puerta de las cabañas (403). Lo primero que se nota y se diferencia de otros lugares para vacacionar, es que nosotros damos prioridad a la naturaleza. Un poco más allá del parque bien cuidado y siempre atendido, nos encontramos con un bosque natal con árboles que superan en mucho años varias de nuestras vidas sumadas. Los pájaros y el encanto de lo desconocido y mágico flota en ese ambiente contenedor que nos calma y nos tranquiliza.
Las vistas de la montaña, la piscina con su agua refrescante, el sol serrano y la frescura del bosque se conjugan para hacernos disfrutar del momento.







